Este texto se ha extraído del Nº1 del fanzine "Entre el sueño y la muerte".
Vas a un concierto a emborracharte, meterte unas rayas y ligar, de repente, en la puerta te dicen que los 3€ que vale la entrada para ver a los 5 grupos va destinado a presxs revolucionarixs, tú te cuelas tranquilamente y les dices que esos 3€ los invertirás directamente en pagar una multa que te han puesto a ti por fumar porros en un parque.
Una vez dentro, vas directx a la barra y pides una birra, el/la camarerx te dice que no venden alcohol, que solo hay agua, zumos y refrescos, te vas y le dices que ¿en que mundo viven?
Sales corriendo horrorizadx de allí, 3 horas sin beber alcohol (¡eso no es humano, nadie podría soportarlo!), vas al chino más cercano y te pillas una litrona fresca, te la bebes al trago y vuelves al concierto.
Ya habiendo saciado tu alcoholismo crónico, te haces una raya de speed en la barra para recuperarte, el/la mismx camarerx de antes te dice que aquí nadie consume drogas porque te vuelven sumisx y dependiente, despiertas entre sudores y escalofríos, tranquilx, solo había sido una pesadilla.